sábado, 6 de abril de 2013

El peligro de la bollería

La bollería industrial constituye una dulce tentación para niños y mayores, pero su consumo habitual dista mucho de ser un hábito saludable. La composición nutritiva de estos alimentos, muy calóricos y con abundante grasa (buena parte de ella, saturada o Trans, las menos saludables) aconseja limitar su presencia en la dieta de los más pequeños a un día a la semana, ya sea en el desayuno ya entre horas. Y este consejo es extensivo para adultos que ingieren este tipo de alimentos.

Cuatro son los ingredientes básicos que componen la bollería industrial: harina, grasa, azúcar y huevos. Son ellos los que determinan su composición energética y nutritiva.

Las grasas trans son ácidos grasos que se forman cuando los aceites vegetales se procesan y se transforman en más sólidos o en un líquido más estable. Aparecen etiquetadas como grasas hidrogenadas.

Estas grasas provocan trastornos cardiovasculares al reducir los niveles de colesterol “bueno” y subir el “malo”, estos trastornos pueden perjudicar gravemente la salud.

Para no hacer peligrar tú salud limita el consumo de bollería industrial a uno o dos días por semana, lleva una dieta saludable con comida variada y el peligro que supone este alimento se verá altamente reducido.


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